El jueves de la semana pasada, un incendio conmocionó al tranquilo sector de Terao, en la comuna de Chonchi. Pero este no fue un incendio común. Esta historia es un recordatorio de cómo una llama, en este caso, la de unas velas mal apagadas, puede dar lugar a una tragedia que rompe corazones.
El cementerio de Terao alberga nichos y sepulturas que son más que simples tumbas. Son pequeñas casitas que las familias decoran con amor, llenándolas de flores, adornos y recuerdos de sus seres queridos que ya no están. Entre ellas, destaca la casita sepultura de una madre, Mirta Raín Leuquén Q.E.P.D., fallecida trágicamente en septiembre de 2017, la que se convirtió en el epicentro de esta dolorosa historia.
En una tarde soleada de la semana pasada, las altas temperaturas se hicieron sentir en Chonchi. Las velas en la casita sepultura de la madre ardían, iluminando el rincón en el que descansaba en paz. Pero el calor era intenso, y las velas no fueron apagadas adecuadamente. El material de construcción seco y la carga calórica alta dentro de la casita crearon un ambiente peligroso.
Fue entonces cuando un descuido desencadenó una pesadilla. Alguien encendió una vela en memoria de la persona fallecida y sin dejarla apagada el fuego se propagó rápidamente. La casita sepultura, llena de flores y recuerdos, quedó envuelta en llamas en cuestión de segundos.
Los vecinos, conscientes del peligro inminente, se unieron valientemente para sofocar el fuego y evitar que se propagara a otras casitas sepultura cercanas. A pesar de sus esfuerzos, la casita resultó consumida en un cien por ciento.
Esta casita era un lugar visitado frecuentemente por amigos y familiares que dejaban velas y flores en su memoria. La tristeza y la conmoción se extendieron rápidamente por la comunidad, dejando a todos atónitos ante la devastación causada por una simple llama.
El incidente generó una importante llamada de atención. Los vecinos alertaron sobre la importancia de apagar adecuadamente las velas en los cementerios y evitar dejarlas encendidas. No es el primer caso de este tipo que ocurre en Chonchi, ya que el día anterior, otra casita sepultura se había quemado por la misma razón.
Juan Godoy, hijo de la difunta madre afectada por el incendio expresó: «Se han ido muchos recuerdos, pero debemos seguir adelante. Este esfuerzo y sacrificio no deben ser en vano.»
Esta emotiva historia nos recuerda que incluso las acciones más simples, como apagar velas, pueden tener consecuencias inesperadas. En honor a esta madre y a todos los seres queridos que descansan en paz en el cementerio de Terao, comuna de Chonchi, hagamos un llamado a la precaución y al respeto por estos espacios sagrados.
Videos del antes y el después (proporcionados por la familia)