En un vibrante evento que llenó de alegría la Plaza de Armas de la ciudad de Castro, Chiloé, el pasado miércoles 22 de noviembre se celebró con entusiasmo el Día de la Educación Parvularia y del Educador de Párvulos en todo Chile. Esta fecha, instaurada bajo la presidencia de Patricio Aylwin Azócar en 1991, conmemora la labor fundamental de quienes trabajan en la formación de los más pequeños.

La jornada no solo marcó la importancia de la educación inicial, sino que también recordó un hito histórico: el 22 de diciembre de 1944, se estableció la primera escuela de Educación Parvularia en la Universidad de Chile, sentando las bases para la formación de profesionales dedicados al desarrollo integral de los niños en sus primeros años de vida.

En la Plaza de Armas de Castro, un bullicioso número de parvulitos provenientes de diversos jardines infantiles, acompañados de sus padres, tías y público en general, inundaron el espacio con risas, juegos, bailes y cánticos. La energía positiva y la comunidad reunida para celebrar resaltaron la importancia de la educación inicial en el crecimiento y desarrollo de los más pequeños.

Carolina Rivera, directora del Jardín Infantil «Raimapu» (Tierra Florida), expresó su entusiasmo acerca de la actividad. Además, hizo un llamado a las madres para que inscriban a sus hijos e hijas, ya que existen vacantes disponibles. La inscripción puede realizarse tanto de manera presencial como a través del sistema online, facilitando el proceso y brindando oportunidades de acceso a la educación inicial.

La celebración no solo honró la labor de los educadores de párvulos, sino que también destacó la importancia de garantizar el acceso a la educación inicial para todos los niños, construyendo así un camino sólido hacia un futuro lleno de posibilidades y logros.